lunes, 24 de diciembre de 2012

¡Hay liga!(?)

Crónica de: El Último Hombre
Los jugadores del Yayo sonríen en el campo



El último partido del Yayo del año les cogió como ya nos tiene acostumbrado: cansinos, toscos, imprecisos y echando mano de esos pequeños milagros efervescentes acetilsalicílicos.
La tarde de domingo era “fría, con lluvia y de copa, y había algunos jugadores a los que no les apetecía jugar” como diría Mou. Y es que el único hambre que parecía mostrar el Yayo era la de Esteban y sus galletas.
El Yayo saltó al verde con Maside bajo palos, Esteban y Alfredo en las bandas, Pablo de cierre, Che, amigo de Che y Palacios intentando ocupar todo lo demás. Esa era en principio, la compleja estrategia yayística.
Los primeros compases del partido se bailaron al son de la imprecisión, la dejadez y la carencia de oportunidades de ambos bandos. Se tuvo que esperar a una jugada a balón parado del Birrandés para ver el primer gol. Tras un rechace de Maside, se quedan tres jugadores birrandeses solos para empujarla, parecían decirse “pégala tú que a mí me da la risa”. La falta cogió desprevenidos a Richi y Esteban que olvidaron sus marcas y aprovecharon el instante para lanzarse miraditas y gestos de amor, que por supuesto desde el Yayo desaprobamos. La navidad tal vez, tenga ese punto místico.
Y así transcurrió el partido hasta que a Alfredo se le ocurrió un tiro mordido al borde del área, que se cuela por el palo izquierdo del portero, parecido al de Lucas en el anterior partido sólo que sin la media vuelta.
Sin duda el regalo navideño del portero fue bien acogido por el equipo franjirojo, que enseñó la senda a seguir, que no era otra que empezar a echar boletos. 
Así con el gol psicológico se llegó al descanso con el Yayo mentalizado de que había que ganar, y de que para ello, había que morder y tirar.
La segunda parte comenzó con un Yayo más entusiasta, así Richi en la delantera, marcó el segundo en jugada polémica, muy protestada por el Birrandés por posible fuera de juego. De ser honestos, este articulista (completamente imparcial), no vió irregularidad alguna.
El Birrandés, obligado a salir de la cueva en la que había permanecido plácidamente la primera mitad, intentó más por corazón que con cabeza empatar el encuentro, buscando balones altos a su delantero de 2,20 a lo Roberto Dueñas.
Richi con espacios aprovechó las situación para poner el 3-1 y el 4-1 culminando su hat trick y siendo el jugador desequilibrante que todos esperamos que sea.
Ya con el marcador y el encuentro muy a favor, el Yayo no supo manejar el partido, ni sus tiempos, en vez de dormir el partido, la interpretación fue distinta y se echaron una siesta de 10 minutos, que permitió al Birrandés ponerse 4-2 por medio de un clamoroso fuera de juego; y 4-3 tras un más que dudoso penalti al tirarse Roberto Dueñas en medio de Pablo y Andrés en un balón aéreo.
4-3 y todo un mundo por delante. Tocaba sufrir como siempre, morderse las uñas, aguantar la respiración… ver a Maside volando para atajar un mano a mano providencial, salvando el empate.
Aparecían viejos fantasmas en Villaviciosa, pero en seguida Richi se vistió de Cazafantasma, pletórico con su hat trick y el dandy del partido. El dandy… y el duro también. En el tramo final del encuentro Richi se interna en el área escorado a la derecha y gambetea duramente al último defensor enseñándole el exterior para irse por dentro. Éste lo derriba con un empujón claro, cometiendo penalty y Richi se calienta encarándose. Comienza una tangana en el área con el árbitro como espectador de lujo, en la que los jugadores se lanzan unos a otros improperios. Román incluso llegó a llamarle “maleducado” a un contrario o insultos como “desvergonzado”. Desde el Yayo no queremos que éstas escenas se vuelvan a suceder y creemos que “hijo de puta hay que decirlo más”. Pedir perdón a la afición por tal vez haber sido un poco blandos.
Richi y el contrario terminan expulsados. Palacios aprovecha el penalty para poner el 5-3 en el marcados.
Con el Birrandés volcado y Maside sufriendo todo tipo de pisotazos, agresiones, vejaciones y fortuitos golpes con el palo, convertido en una mezcla de Spiderman, el Increíble Hulk, Cañizares y Jesucristo; y con el partido ya dando sus últimos coletazos Esteban se pide una falta en el vértice izquierdo del área que aprovecha fenomenalmente para poner el definitivo 6-3  en el marcador, sobre la escuadra contraria.
La felicidad inunda al equipo de nuestro querido Rodolfo Langostino, el equipo de todos, el de la banda celeste cruzada en el corazón, en donde no somos guapos pero somos resultones, donde quisiéramos ser como leones, pero donde nuestro estado físico sólo nos da para leones marinos.
Se decía que el Birrandés era fácil, es el último, pero ya no hay rivales cómodos. El partido era de cortarse el pelo y afeitarse el bigote, de hacerse hombres (muchas faltas, lesiones, expulsiones, tanganas, frío…) y el Yayo apeló a la onomástica. Se han conjurado y se han convencido de que para sacar adelante los partidos, no siempre es necesaria la calidad de la cual carecen, ni un sistema táctico determinado, ni de tener en sus filas un “special one”. A veces sólamente es necesario darse cuenta de que hay que vestirse el mono de trabajo, de mirar al abismo y reírse en su borde, de enseñar los dientes y rugir.
Rugir como leones marinos.
Un saludo a todos.  El Yayo les desea felices fiestas y que se cumplan la mayoría de vuestros deseos.


viernes, 7 de diciembre de 2012

¡Atraco!

La prensa destaca el asalto de Villaviciosa


Se puede pensar que un fallo lo puede tener cualquiera, algo cierto, sin dudas; equivocarse está al alcance de todos. El Yayo nunca negaría a nadie el privilegio del error, licencia que entrega a todos por igual porque es en la acción desacertada donde radica su estilo de juego. Claro que resulta curioso ver como un desatinado individuo de luctuosa imagen y sospechosa aptitud para guiar un encuentro de fútbol la caga una y otra vez; la reiteración de la misma falta o error no es reincidencia, más bien, es estupidez.

Nostálgicos en el juego, al Yayo le está costando más de la cuenta encarrilar los partidos, por un motivo u otro, comenzar por detrás en el marcador se está volviendo algo demasiado natural. Contra el Shalke no hizo un buen partido, tiró de casta para emparejar un encuentro que, gracias a un impresentable arbitro ("El Bigotes") y un pésimo primer tiempo, comenzaba a quedar muy lejos. 

El Yayo reaccionó en la segunda mitad, antes, se encontró perdiendo por un gol inverosímil;  un rechace de uno de sus jugadores iba a terminar en tiro de esquina para el rival, para que esto no suceda Maside se lanza por el balón aunque no llega a cogerlo y este, ya fuera del campo (más de medio metro), ingresa nuevamente por la inercia de la jugada. Todos quietos esperando que el portero del Yayo se incorpore y pueda hacer el pertinente saque de portería cuando un jugador del Shalke patea el balón dentro del arco, sin darle demasiada importancia, el Yayo se gira para continuar la derogada jugada, cuando el Bigotes señala el circulo central concibiendo un gol que sólo él imaginó. Atónitos, las protestas yayenses no sirvieron de nada, hasta el rival reconocía que el balón había salido, más que un gol fantasma, el espectro aquí era el Bigotes. Luego un gol mal anulado a Dani, que recibió sobre la derecha, dentro del área; su remate cruzado acaba dentro de la red pero el grito de gol fue ahogado por el pitido del Bigotes que lo invalidaba por un supuesto fuera de juego. 

Ya en los últimos 30 minutos, el Shalke encuentra el segundo tanto tras un rebote que recibe el 10 rival y define con una perfecta volea cruzada, de esos remates que se podrían ensayar unas cuarenta veces y nunca golpear siquiera el balón. De todas maneras, ¡sorpresa! estaba en fuera de juego ¿Lo anuló el Bigotes? nada de eso, el Yayo sacaba del medio nuevamente.

0 - 2 abajo, tocaba épica, Lucas se fue de 9, y el equipo arriesgó, presionó bien arriba y metió pata a lo pavote. Llegó el 1-2, el gol del 5 del Yayo fue al mejor estilo Martín Palermo: recibió de espaldas, pivoteó para que luego consiga una poco ortodoxa media vuelta al borde del área grande, el balón salió mordido de su pie derecho e ingresó raso junto al palo, Yayo`s back in the game!!!.

El Yayo inclinó el campo, tanto, que ni el Bigotes podía detenerlo, a la salida de un corner el balón rechazado cae en los pies de Andrés, el presidente se sacó un remate seco para que el balón infle  la red; el empate se consumaba. Goles argentinos en la tarde de Villaviciosa, la última perla del Bigotes llegó en la jugada final del partido, un pelotazo largo dejaba a Parrulo mano a mano con el portero del Shalke ¿que pasó? pitido final, lo terminó, habían pasado 2 minutos de los 5 que advirtió que restaban. 

El domingo pasado el Yayo se topó con las amargas consecuencias de ser un equipo irreverente, que no transige con los organizadores del torneo. Al Yayo le tocó tolerar fallos arbitrales increíbles, privándolo de lo que sería una lógica victoria, ¿habrá más de estos partidos? posiblemente, a nadie le conviene que el Yayo gane, como equipo contracultural que es, que reniega de las mieles del éxito porque sí y blasfema contra las multinacionales televisivas, como también contra la FIFA, la UEFA y el BBVA, un club que desconfía de la existencia de Superman como también de que Melchor sea un Rey Mago. 
Es el precio que debe pagar por ser una institución hereje, da igual, el Yayo se la pela, jugará siempre contra todo tipo de rivales e injusticias y para terminar gritando: TODOS PUTOS!!!

martes, 27 de noviembre de 2012

Bajos mínimos

La prensa se ensaña con las bajas del Yayo


Pasada la cuarta jornada de liga en Villaviciosa, al Yayo se lo encuentra deambulando por la mitad de la tabla, con un registro irregular; cuatro partidos jugados, dos victorias y dos derrotas, estas, de manera consecutiva las últimas dos fechas. Ambas caídas comparten razones pero también encuentran un abismo en el rendimiento del equipo entre uno y otro partido; existen diferentes maneras de perder. El Yayo llegó a Villaviciosa nuevamente mermado en sus líneas, de los 15 jugadores que integran la plantilla sólo 8 (bueno, en realidad 7 y medio) se presentaron al partido. Los motivos son casi siempre los mismos; dependiendo de quien se trate, existen razones ciertas y otras sospechosas. En lo que va de liga el Yayo se está enfrentando a su rival más difícil: el desinterés A diferencia del año pasado, cuando se era menos gente y se cumplía más, al equipo le está costando juntar 7 tipos. La hidalguía de unos pocos rescatan al Yayo; apoyados en su propia fe y en el estilo de juego más raro de todo Villaviciosa, los muchachos del Yayo jugaron de igual a igual al Aston Birra.

El equipo que comparte los colores béticos es tal vez el gran candidato a coronarse a final de temporada, lo que en los papeles se les presentaba como un mero tramite terminó siendo un hueso duro de roer; nada es lo que parece con el Yayo. Confinados alguna clase de misticismo, el equipo de todos salió a morder en cuanto cruce, curva o recta se le aparecía. Es curioso ver como un equipo que demuestra tanta timidez para la seriedad y la organización pasa a ser, cuando el balón comienza a rodar, el más solemne, severo y responsable de todos. El Yayo es el Dr Hyde y Mr Jekyll del balompié. Planteó un partido muy serio, le cedió la pelota al rival "tomala vos, yo no la quiero" pareció decirle al Aston Birra, y se paró para jugar de contra. No hay retórica en el juego del Yayo, es lo que es de manera grotesca, jamás se compadece de su juego, es más, se jacta de este ejerciéndolo sin ningún tipo de atenuantes. En tardes plomizas como las de ayer, cuando faltan los jugadores que suelen aportar la diferencia, el equipo se enfunda el overol. Le tocaba bailar con la más fea, y bailó; en la danza de la simulación el Yayo no utiliza eufemismos, arriesgó cuando lo tuvo que hacer y hasta donde el físico se lo permitió. Siempre estoicos, a los jugadores del Yayo les salió un partidazo, perdieron, si, cayó contra el mejor, pese a la cantidad de bajas el equipo hizo mucho más que dar la cara.

Tras ir 0 - 2 abajo llegó al empate, luego, cuando parecía que el encuentro se escapaba con el 2 - 4 descontó colocándose a solo un gol a falta de 7 minutos, aunque para ese entonces el Minardi del Yayo se quedaba sin gasolina. A pesar de todo no le perdió nunca la cara al partido, demostró solidez mental, algo que no había exhibido hasta el momento; pese a encajar algún gol el equipo seguía concentrado. Jose Palacios sorprendió a propios y extraños marcando en dos ocasiones y peleando todos los balones, sus desmarques y los de Richi eran correspondidos por el mejor jugador del Yayo; Miguel Ángel dio ayer un recital de pases y juego simple, era como ver a Michael Laudrup asistir a Julio Salinas; los hacía sin mirar, hasta convirtió un buen gol definiendo entre las piernas del portero rival. Antes, había malogrado una clara oportunidad debajo de la portería; una buena jugada colectiva acabó con un centro de Richi que el 10 del equipo no pudo rematar correctamente y el balón salió alto, luego marcaría cerrando un partido superlativo.

Recordar que el cotejo pudo sentenciarse en la primera mitad, cuando el Yayo caía por dos goles, un centro chut del Aston Birra fue despejado por el puño derecho de Esteban; un claro penalti que el arbitro no alcanzó a ver.
Jugadas conocidas como "Las cosas del Yayo" nunca faltan, hasta en sus mejores producciones el equipo siempre se manda alguna; ayer fue Esteban y su imprudente mano de deush, luego el Presidente Andrés Cámera, no conforme con la superioridad del rival, eligió marcar un golazo en propia puerta, al incorporarse le comenta a Maside "como te la puse en el ángulo eh!", o Richi, duchándose en Reflex como si de la pócima mágica de Asterix y Obelix se tratara (entre vos y Andrés me van a comprar otro!), y así, Lucas cosechó una nueva amarilla producto de sus repetidas entradas al límite. A favor del 5 del equipo decir que no es como muchos se empeñan en fomentar, que ve una roja cada dos partidos, la liga pasada, en 20 encuentros, sólo fue expulsado en dos ocasiones, con polémica. Juega al límite y paga el precio de tanto en tanto(?).

Desde esta humilde columna seguiremos ponderando al Yayo como la institución que supo ser, continuaremos recogiendo firmas para que le de batalla a su más duro rival, que no es otra que la abulia de muchos de sus jugadores, aburguesados, deciden dejar de lado en las tardes de domingo al gran Yayo. Esto cambiará, cuestión de fe, si gana este combate, volverá a ser el Yayo de todos.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Se niegan a ser líderes

El Marca del lunes, ya pasa del Madrid.

Quizás fue que se atropellaron las desdichas; entre viajes, obligaciones facultativas o lo bien que se está en el sofá en las gélidas y plomizas tardes de domingo, más de medio plantel de el Yayo colgaba el cartel de "baja" para el partido contra el Donfer. otra posibilidad es la falta de motivación; se sabe, al Yayo se le hace incómodo hasta pensar en el riesgo ocasional de ser líder de la liga, es un rollo para el equipo, desobediente de cualquier tipo de obligación, su estirpe marginal le prohíbe asaltar el liderato, ¿pudo hacerlo? claro que si, al rival de ayer se le ganó los dos partidos el año pasado, uno de ellos por goleada, y eran los mismos soretes.


La temporada pasada el Donfer con titulares, suplentes y toda la parafernalia perdió de manera lapidaria con el Yayo, ¿por qué no ayer? porque el Yayo huye del estrellato, planeó durante la semana de manera inconsciente con el destino una estructura de evasión, desertando de la sobrevalorada victoria como cuan felino casero huye de un baldaso de agua.

O Tal vez fue el repentino óbito de Miliki, noticia que entristecía el desayuno del domingo, por esto, el Yayo salió al campo a rendir homenaje al maravilloso genio del humor realizando más payasadas que nunca, con y sin balón. Lo cierto es que ninguna hipótesis justifica la derrota del equipo de todos; no hubo excusas, al Yayo se le presentaba un partido complejo, no contaba con suplentes y sudar el Brugal durante una hora puede traer consecuencias funestas para una plantilla que no necesita los cambios, más bien, los desea, más allá que luego nadie quiera salir.

 El rival era ganable, muy ganable, pero tenían el banquillo repleto y eso desgastó al Yayo (aunque era muy bueno ver que los que hacían tiempo eran ellos(????????????) ), un gol tempranero complicó más las cosas, cualquier tipo de planteo táctico quedaba abolido. El Yayo tardó mucho en agarrar ritmo, si es que en algún momento lo pudo encontrar, el Donfer manejaba la pelota y eso significaba correr siempre detrás. Si sin los hombres más desequilibrantes iba a ser difícil sin recambios era casi imposible, tampoco fue el 1 del equipo, Maside no pudo asistir, pero fortuitamente los hilos que mueve la mística yayística son inescrutables: a último momento se fichó sólo para este partido a un portero húngaro, Kozso fanático de Cañizares(WTF!), currículo más que suficiente para alistarse en las filas del Yayo.

No era Platko ni József Szendrei, tampoco primo de Ladislao Kubala, pero paró muy bien y fue el mejor de un equipo abúlico. Escribir sobre el desempeño de los jugadores yayenses es una perdida total de tiempo, ninguno hizo nada para destacar, Miguel Ángel, chupó bastante renegando del pase en el momento oportuno, Lucas no aportó más que diálogos obtusos con un arbitro mediocre, Richi volvía a jugar infiltrado, el dueño del corner no pudo aportar su cuota goleadora, en si, lo de ayer del Yayo se resume en lo siguiente: la defensa; fatal, el medio del campo; apático, la delantera; embargable.

 Pero fueron, pese a todo, y aún intuyendo el posible desenlace (un contundente 4 x 0), se presentaron estoicamente en Villaviciosa, si eso conseguían darle toques al caprichoso esférico o vituperar algún que otro tobillo.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Las dos caras de El Yayo

"Vamos 2 a 0 arriba y después de lo del Celta y Depor de ayer todo esto comienza a darme mal rollo", bramaban en el descanso algunos jugadores de el Yayo, luego de disputar una sólida y contundente primera parte dudaban sobre la posible gloria pero ignoraban su popular decaimiento físico en las segundas partes; todo tiene su porqué.
El Yayo había saltado al verde cesped para disputar el cotejo contra Frutopía  con la formación clásica; Maside bajo los tres palos, línea de tres con Hector, Alfredo y Esteban, en el centro del campo Lucas un poco más retrasado y Miguel Ángel acoplándose con Parrulo, que jugaba en punta; salvo el portero, los nombres del comienzo eran aquellos viejos rockeros de otras temporadas.  A el Yayo se le dan bien los equipos como Fruitopía, que colocan mucha gente en el centro del campo descompensándose en defensa. Salió feroz el Yayo a morder, quitar, y hacer transiciones muy rápidas; por esto no tardó en ponerse en ventaja, Miguel Ángel recibió libre en el centro del campo e hizo lo que se le reclama muchas veces: jugar rápido, su asistencia dejó  a Parru mano a mano con el portero, el 21 de el Yayo fulminó al portero rival.  Embravecido en defensa, en la primera parte no registró mayores sustos en su portería, los jugadores rotaban pero el equipo no se descompensaba, otra veloz salida del fondo encontró a Miguel Ángel atacando, la jugada se ensució con un par de rebotes, el 10 de el Yayo pudo hacerse con el balón y sacar un buen remate que encontró la complicidad de un adversario; el balón se levantó lo justo para que el portero no pueda hacer nada, llegaba el segundo gol con un Miguel Ángel pletórico y un equipo en llamas, la segunda parte sería otra historia. 

Las palabras descritas en un comienzo por parte de los jugadores de el Yayo más que intentar motivar la concentración del equipo, presagiaban lo contingente. El equipo de todos comenzó bien el segundo tiempo, atacando aun más, intentando liquidar el partido.  En una jugada de contra, la formula se repetía; Miguel Ángel (el mejor del partido) se soltaba una vez más y asistía a Alf; el 4 tuvo el tiró, pero decidió enganchar hacia adentro, en ese típico afán de complicarse la vida que tienen los jugadores de El Yayo, encontró un remate raso que se coló en el palo largo de Frutopía.  3 por 0 arriba, toda una segunda parte por disputar y manejando el ritmo del partido. Pero el armario de el Yayo da para lo que da, desperdició 3 ocasiones claras de gol para marcar el cuarto y luego se vino a pique. los últimos 15 fue a remolque del juego, no encontraba el balón, lo perdía rápidamente, cada salida de su propia portería eran ataques del contrario, que presionaba bien arriba, un cotejo sin complicaciones comenzaba a tornarse desabrido e incómodo. 

No tardó en llegar el descuento, el Yayo ya no respondía, las piernas pesaban y faltando 5 para el final llegó el segundo gol de Frutopía; se le hizo eterna la segunda parte a el Yayo, terminó defendiendo todo el equipo, de manera desordenada, gritando, y pidiendo la hora, el alivio llegó con el pitido final del arbitro, ganó el Yayo y registra un comienzo de temporada con números históricos, dos partidos jugados, dos victorias (el primero no cuenta, porque aquel rival ascendió, un rollo, nada, que no existió el 8 a 1).
La estampita con Román, mejor santo que en el campo.

"Nuestro partido fue muy como uno del Osasuna en El Sadar", comparaciones siempre odiosas y reales. Ahí está el Yayo, colider, que nadie lo despierte de este sueño(?).

miércoles, 31 de octubre de 2012

El huracán Yayo


El pasado domingo el Yayo saltó al campo de juego en busca de la primera victoria en la liga de Villaviciosa,  la necesitaba para despejar fantasmas luego de un comienzo típico y poco alentador, si ganaba lograría su mejor comienzo en liga; dos partidos jugados, uno perdido y otro ganado. Allá fue el Yayo, en frente, un equipo que se prestaba para soslayar el pobre inicio de temporada, el Yebes ya había sentido en los dos enfrentamientos de la pasada temporada,  la antipatía del equipo de todos.  Un día antes de que le den la bota de oro a Messi, un día después del Derbi gallego y dos días antes del cumpleaños del Dié,  el Yayo ganaba al Yebes por 5 a 2, con una soberbia(?) actuación de Andrés "The Quiet Man" Camera. Cuando el partido no terminaba de despegar y el fútbol del Yayo se perdía en una densa niebla de ideas banales, el 8 del equipo tomó el balón a la salida de un lateral y con todo el tiempo del mundo (la estadística de posesión de aquella jugada dice que el esférico estuvo en los pies de Camera unos 4 minutos, de manera estática) y ante el murmullo que aturdía sus oídos con un  "tira! tira! tira! tira!" acomodó el balón y sacó un tiro certero que se coló por el angulo superior izquierdo de la portería del Yebes, un verdadero golazo. Rió Andrés luego de marcar, y pidió el cambio; así es este Yayo , simpleza pura, pim pam pum y a cobrar. 
El balón lanzado por Andrés se cuela por la escuadra

Aquel gol le dio alas al equipo rojo y blanco, que no conforme siguió buscando ampliar el marcador, metió una marcha más el Yayo y liquido el partido con un rotundo 5 a 2, los goles del Yebes, ambos de pelota parada (uno de falta y otro de un dudoso penalti) habla de una gran actuación de la defensa y de una tímida producción ofensiva del equipo naranja.  

Hubo tiempo para todo; que el 5 malogre rivales con o sin pelota pero sin amarilla, que Parrulo se ensalce en una discusión con el Edgar Davis del Yebes (un chino paquete con gafas) que cuando este le hablaba Parru le decía "ah!? ah!?.........ah!?" no conforme con esto, se llevó el balón haciendo jueguito y no se lo daba al arbitro, un crack. 

El próximo encuentro del Yayo será pasado el descanso de primer fin de semana de noviembre, se retomará la actividad de liga el domingo 11,  su rival será Frutopia, al cual ya enfrentó la temporada pasada cosechando una derrota 2x0 y empatando el segundo 0x0, será hora de marcar y de ganar, lo que si es seguro es que se trata de un choque que de ganarse catapultaría al Yayo entre los primeros puestos de la liga BBYTUVERAS de Villaviciosa. 

lunes, 22 de octubre de 2012

¡Todos Putos!




El yayo comenzó sus andanzas por la Liga BBYTUVERAS, lo hizo sin tapujos ni complejos, como también sin estado físico y sin que caiga, desde las botas de sus jugadores, una mísera idea de fútbol. Debido a las bajas de sus hombres más desequilibrantes y frente a un duro rival, el Yayo intentó volcar el juego hacia lo que es su característico rigor defensivo intentando de esta manera mantenerse dentro del partido y esperar, agazapado, su momento. Lo cierto es que el tren del Yayo no pasó ayer por Villaviciosa, algunos dicen que ni siquiera zarpó de Atocha.  Se sabe, al Yayo le joden los comienzos, tanto, como a Nadal un Logopeda, y lo de ayer no fue la excepción. 


El partido comenzó marcado por el ritmo del Salami, un equipo que debió ascender la temporada pasada (terminaron 3ros)  pero que la impresentable organización del torneo decidió de manera unilateral revocar el ascenso dando la siguiente explicación: "ya habíamos inscrito un nuevo equipo en la otra categoría" y ya esta. El Salami juega, no es el Barça de las 6 copas, pero juega, y al Yayo, eso, también le jode. 

El equipo de todos estrenaba camiseta, también estrenó goleador; Jaco marcó el único tanto del Yayo, fue el empate transitorio, un mal despeje dejó al 11 del equipo mano a mano con el portero rival, el remate cruzado acabó con el balón en el fondo de la red. Se gestaba el momento más dulce del equipo, la gente yayense se subía al trampolín de la ilusión para saltar sobre la gran remontada. A pesar de esto, la realidad no conectaba con aquel universo de quimeras, entonces la piscina careció de fútbol donde flotar y el mamporro no tardó en llegar. Acabada la primera parte el marcador ya reflejaba un 4 por 1 a favor del Salami, la posibilidad de revertir el resultado se mascaba como una utopía. 

En el segundo tiempo el Yayo decidió sacrificar un defensa para sumar un nuevo punta e intentar ir a por todas, pero esas osadas maniobras ofensivas en este equipo non ten xeito. Entonces los goles del Salami se amontonaron en pocos minutos, se vivía esa degradación típica del Yayo; luego de encajar un gol, se va todo a la mierda y caen de a veinte.  De nada sirvió jugar con un hombre de más durante 10 minutos, acción que no sucedió gracias a que el Salami haya sufrido la expulsión de un jugador, sino que el Yayo, siempre retórico a la hora de la tramoya, filtró su mano por una de las grietas de aquel infierno y burló al arbitro alineando 8 jugadores. Un hombre, que presenciaba el cotejo, levantó la perdiz avisando a Maside de la incorrecta formación, el portero del Yayo alertó a Lucas y este contestó "vale vale..." no había que avivar giles, los minutos pasaban aunque de todas maneras la superioridad numérica no pudo verse plasmada en el marcador. 

El rumbo del partido corría en una sola dirección, al rato el arbitro de coleta, un tipo espabilado como pocos, dice en voz alta y para que todos le oigan: "momento! el equipo rayado esta jugando con ocho!", faltaba el Chavo del 8 para que gritara "¡me lleva el chanfle!". Ahí se desató una breve discusión cuando el 5 del Yayo le dice al hombre de negro "eso es responsabilidad tuya, si vos no controlas los cambios...", el juez, ya expuesto y no sin un poco de nerviosismo comienza a soltar frases atropelladas, a lo que Lucas le dice "esta vez te soluciono las cosas, te hago el favor de salir, pero que lío hiciste.. que lío...". El partido no ofreció mucho más, el resumen del 8x1 se reduce a: un gol, un balón perdido, dos faltas tiradas como el culo, dos laterales mal sacados, una amarilla, y cero fútbol.  Como dijo el gran sabio del equipo, y no me refiero a otro que a Miguel Ángel, "estamos bajos muchachos, estamos bajos de estado, son 3 meses sin jugar, pero na, que solo queda mejorar, hasta el domingo chavalessss" amen. 

miércoles, 14 de marzo de 2012

Werder: la tenes adentro


En el disco Física & Química, Joaquín Sabina enuncia una de sus mejores prosas en lo que es sin dudas una declaración de principios, la canción Conductores Suicidas (Que por ahí se dice que está dedicada a Manolo Tena) revela en la primer estrofa cierta admiración sobre alguien que no deja indiferente a nadie, sobre un tipo que se echa a andar entre las personas y en cada paso, sus actitudes, encuentran amor y odio; la frase de Sabina dice No voy a negarte que has marcado estilo, que has patentado un modo de andar, sin despeinarte por el agudísimo filo, de la navaja de esta espídica ciudad”. Difícilmente Sabina pudo imaginar que unos veinte años más tarde se erguiría un equipo de fútbol capaz de moldear su forma en esa oración; El Yayo & el Cuarteto Obrero F.C es así, ingresa a los campos de Villaviciosa con clase contracultural, con una personalidad que divide, sonroja y deja atónita a la sociedad; al Yayo jamás pasará desapercibido, jamás.
El domingo 11 de junio de 2012 será recordado en los libros del fútbol(?) por la paliza del Yayo F.C al Werder Semen, correctivo futbolístico, físico y moral. En lo deportivo, una victoria contundente fundada en los pilares de un equipo sólido en el fondo y desequilibrante en el ataque. Pedro y Parrulo (convertido luego a Farruco) condujeron la ofensiva yayense con paredes estroboscópicas y súbitos remates; todas las jugadas eran finalizadas en la portería rival. En el plano defensivo, el equipo tuvo uno de sus partidos más serios, más de uno recordará que en la jornada anterior, el Yayo, había hecho un muy buen encuentro en el plano defensivo, pese a aquella derrota, la plantilla entendió que ese era el camino y así lo llevaron a cabo; líneas muy juntas, defensas bien posicionados y atentos para frustrar los pases del rival o, cuando la ocasión lo ameritaba, malograr más de un tobillo.

El Yayo se cargaba al líder y animador del torneo con ese estilo propio de un equipazo; todos jugaron bien(?), pero la victoria por la victoria misma al Yayo le sabe a poco, siempre tiene que pasar algo más porque el fútbol es un deporte maravilloso que abre las puertas del juego a todos, pero que sólo unos pocos rechazan ese acceso, animándose a abordarlo por otros sitios, saltando la verja, rompiendo el cristal del reglamento y haciéndose con todo, entre esos pocos se encuentra el Yayo,  más aún cuando se trata de un rival plagado de gamberros chulos que sólo buscan en el fútbol ganar a toda costa, olvidándose de que se trata de una fiesta amena para recrearse. Estos contrincantes chúcaros rehúyen de la buena fe y pactan con mala leche ensuciar los partidos que se les vuelven adversos, encontrando en el llanto al árbitro y en la mala intención la salida, una clara muestra de que su precariedad mental se vuelca de lleno por no hacerse cargo de la situación. Lo que el Werder Semen ignoraba (o no quiso conocer) es que si eligen el camino del juego de las lagrimas, contra el Yayo pueden conocer un mundo de dolor.
Luego del tercer gol del Yayo, el segundo de Pedro en su cuenta personal, el partido se volvió intrascendente en lo futbolístico, girando al plano verbal y vehemente. El árbitro, un gordo impresentable, tenía menos autoridad que una monja en un concierto de Motorhead, y el cotejo se le fue de las manos.  Faltaban 9 minutos para la finalización del partido, el Werder atacaba sin fundamentos y en una contra, Parrulo (aún Parrulo, a punto de convertirse cuan Son-Goku en Farruco), deja en el camino a dos rivales, recibiendo una clara falta del tercero, la cual el árbitro decidió obviar, Parru se puso de pie exponiendo su enfado “eey! Árbitro, falta!” el colegiado se hizo el sota dándole la espalda al 21 del Yayo y continuó su pasito payasesco por el centro del campo, al segundo, Parrulo recibió la recriminación de un calentito jugador del Werder “que falta, ni falta, cállate marica!”,  y como cuando Biff llamaba “gallina” a Martin McFly, Parrulo se transformó en Farruco para aplicarle justicia al asunto, el fallo llegó en forma de puñetazo al rostro, harto de ser hostigado y no recibir la protección arbitral, eligió el camino que cualquier jugador del yayo hubiese optado, y así las cosas.

Lo que sucedió luego fue lo que ha salido en todos los medios de comunicación(?); las nenazas de Werder fueron a llorarle al árbitro al unísono “arbi arbi! Le ha pegado le ha pegado!” el indecente de turno lo echó a Farruco por algo que él no vio, Lucas lo increpó y recibió como respuesta “lo escuché!”(!)…  la tangana estaba servida, los empujones se sucedían al mismo tiempo que algunas frases celebres como “te voy a cocer el culo a la cara” o “no me toques, gordo, no me toques”, Alfredo recibió un puñetazo del portero rival, por la espalda, y este ni se enteró, luego fue increpado por dos jugadores del Werder, uno de ellos:  el odiable 10, Lucas se percató de la situación y se acercó a charlar un rato, al intentar dialogar vio que era imposible y antes de que la violencia se haga presente contra Alfredo, porque dos contra uno no era negocio, tomó prestada parte de la cabellera del 10 del Werder y lo retiró de la charla “vos a dónde vas??” se escuchaba mientras su cabeza retrocedía. El tumulto  no pasó a mayores, el partido fue suspendido y el árbitro terminó expulsando al portero del Werder y al 5 del Yayo.

Quedaba por conocer el parte del colegiado, el cual fue publicado el pasado martes en la web, con la suspensión de 4 partidos para el 5 del Yayo y un resultado inconcluso. Las reclamaciones ya están en marcha porque el parte del juez describe una situación que jamás se vivió en el campo C-3 de Villaviciosa, habla de agresiones graves, habla de otro partido. Lo importante es que el Yayo liquidó al más gallito del corral, se lo cargó con un 3 - 0 e hizo que pruebe los sinsabores del suplicio físico los cuales acarrean cierta resaca mental. Cuentan por ahí que varios jugadores del Werder Semen están con apoyo psicológico, medicados o que vuelven a mojar sus camas por las noches; El Yayo, sigue a lo suyo, patentando un modo de andar, sin despeinarse, y  como Freddy Krueger, ataca al Werder en sus sueños.
Circular del FBI(?)

Parte, a modo de fábula, del gordo impresentable árbitro:
Se suspende el partido a falta de 9 min para el final debido a que el jugador 21 del yayo agredió a el 12 del wender con un puñetazo y previo insulto. 
He expulsado al 21 y en ese momento se ha producido una gran tangana. En la que el el portero del wender le propina una patada a un rival. También el jugador numero 5 del yayo agrede a varios jugadores con puñetazos y patadas.

martes, 14 de febrero de 2012

Los Cazafantasmas


Dicen en el compostelano barrio de Vite, el Harlem gallego, que con el balón nadie baila mejor bulerías en una baldosa que Parrulo. “Deberían ser muñeiras!” grita uno, con orgullo, desde la barra de un bar en la zona vieja de Santiago, lo cierto es que por sus gambetas indescifrables, el 21 del Yayo Fútbol Club, se asemeja más a los movimientos del baile flamenco que al pausado meneo de danza gallega. 

El pasado domingo, el Yayo Fútbol Club consumó un hecho histórico; ganar dos partidos seguidos.  Obra que ratificó con creces al apabullar al Schalke Temeto por 6 a 1,  si bien el rival no escondía sus limitaciones para la práctica del balón pie, el cotejo quedó resuelto con un par de apariciones de Parru, que en menos de tres minutos abrió brecha con dos buenos remates. Al Yayo le quedaba seguir haciendo un partido serio, claudicando las insípidas acciones del rival, aprovechando el estado de gracia del inquieto 21, que terminó golpeado, pero que así y todo resolvió una actuación memorable,  con cuatro goles, y siendo nuevamente el más desequilibrante dentro del campo, los otros dos tantos los aportó Alfredo, que en la segunda parte, se lanzó al ataque en busca de su gol, y lo consiguió por partida doble; el primero, en un centro chut desde la derecha, y mientras Román impelía su marca, Alfredo llegó para empujar el balón al fondo de las mallas. El segundo fue un golazo, el 4 del Yayo se hizo con el rechace a la salida de un corner y lanzó una bomba desde 20 metros que se coló en el ángulo del fofo portero.

Un documento fechado el 13 de febrero de 2012, por parte del ministerio de exteriores en Gelsenkirchen, la ciudad donde el 4 de mayo de 1904 fue fundado el FC Schalke 04, revela que el Schalke Temeto no goza de ningún tipo de analogía con la institución teutona, además, se sugiere los nombres de Fox Mulder y Dana Scully para que comiencen una investigación por cierta actividad paranormal en el equipo de camisetas azules, ya que se infiere que se trata de un conjunto de fantasmas, los cuales,  como jugadores de fútbol, son unos verdaderos espectros.  En el escrito, los altos cargos del equipo alemán, hacían referencia a las camisetas originales y a sus respectivos nombres, como el 9, que sobre su dorsal colocaba el nombre de Rooney. De todas maneras, el fútbol,  deporte con cierto lirismo para aplicar la justicia poética cuando se trata de nenazas quejicas y fenómenos espectrales, conoce de memoria la silueta de equipos como el Schalke Temeto y les ofrece, dentro del terreno de juego, diferentes avatares para circunscribirlo en los abismos de la liga de Villaviciosa, sembrando dentro de ellos a modo de duda, el hecho de que tal vez su deporte más afín sea jugar con el Ken y la Barbie, cambiar su ropita y hacer que tomen el té. 
Mientras, el Yayo a lo suyo, que siga derribando mitos.

martes, 7 de febrero de 2012

Siempre se puede ser más grande


Las expectativas casi siempre superan a la realidad. La mente humana es elocuente cuando idealiza en futuro y exagera cuando se anticipa a sus dependientes, los sentidos.  A muchos les ocurre mientras colman sus fauces de saliva a la espera  de algún apetitoso plato, algunos, ingresan a éste viaje en la antesala de un partido de fútbol y, tantos otros, abocados a las nuevas tecnologías, experimentan estas sensaciones cuando les asalta el instante de conocer en persona a un ligue del chat: la realidad casi nunca está a la altura de las expectativas.

Al final, la comida está fría, tu equipo pierde y Laurita_25 no es rubia ni delicada; en realidad, se llama Antonio y el número en su nick, en vez de años, referencia otra cosa.

No hace más de 5 meses, que en el torneo de fútbol 7 de la liga de Villaviciosa de Odón,  se erigió un rejunte de hombres que a base de ansia, desvelo y pasión; indagaron y alistaron  nombres para apiñarlos en torno a una aventura horizontal: El Yayo y el Cuarteto Obrero F.C comenzaba a evangelizarse en realidad.  Una tarea no siempre fácil, las trabas se suceden para estos casos, tal vez la más significativa era la ubicación geográfica de los campos de Villaviciosa que denotaban en los reclutados la intrínseca acidez de la lejanía, ya no era jugar acá, sino que era “ir allá”, con todo lo que significa desplazarse en cualquier tarde de domingo, el otro obstáculo directamente proporcional, era la visible timidez que tienen muchos para el esfuerzo. 

Una tarde de domingo otoñal, llegó el esperado debut contra Perro Flaco. El Yayo comenzó sus andanzas con 5 jugadores en el campo, número que pudo emparejar a los 10 minutos de partido, la formación ideal  (7 jugadores) tuvo una aparición tardía, el Yayo ya era derrotado por dos goles a cero. Aquel día,, tampoco se contó con un verdadero portero; aquello era más un desfile de nombres de heterogénea fisonomías que iban sucumbiendo debajo de los tres palos. El estreno también presentó un rival ingrato, sobrador y carente de disfrute; la paliza que recibió el Yayo se vio empañada por la arrogancia y las chulerías de Perro Flaco; aún está en la retina de muchos yayenses las pisadas y risas del 8 rival cuando el partido ya estaba sentenciado, acción que encendió a más de uno, terminando en una fuerte discusión con expulsados. La agudeza del Yayo hizo que aquel día presente camisetas con números pegados con cinta, dorsales que fueron desprendiéndose con el correr de los minutos, con las cifras extraviadas la expulsión de Lucas recaló en el número 37(?) del equipo.
 Los que estuvieron en aquel debut, entendieron de manera grotezca que el torneo de Villaviciosa sería duro, que para saborear las mieles del éxito primero habría que encontrar el equipo y, luego, un estilo. Pero los jugadores estaban hundidos, sabían que había que reponerse, que eso era sólo el comienzo, y que a Perro Flaco lo volverían a cruzar en el comienzo de la segunda vuelta convencidos de que, como ha dicho allá en el siglo XVIII,  el general francés Pierre Choderlos de Laclos en su novela titulada Las amistades peligrosas (Les liaisons dangereuses); “la venganza es un plato que se sirve frío”.


Luego de la paparruchada de partido en la vuelta de las navidades, y con la primera vuelta consumida, en el horizonte del Yayo asomaba Perro Flaco, las fauces del equipo comenzaban a operar, se sabía que el rival venía en racha, que estaba segundo, que tenían al goleador del torneo, y que habían sido mucho más regulares que lo que el Yayo pudo ser, pero en el equipo de camiseta negra regía un juramento definitivo: darlo todo, no importaba el resultado, el Yayo tenía que lograr desplumar  sus complejos,  como dijo Galeano “Jugar por el placer de jugar, no por la obligación de ganar”. Con el correr de los días, con el domingo a tiro, las expectativas aumentaban en demasía, tal era así, que el viernes previo al gran choque, Alfredo juntó a varios integrantes del equipo en su inmueble para soldar el compromiso que pregonaba que el domingo 5 de febrero de 2012, llueva, truene, nieve o haga un frío atroz, el Yayo debía salir a por todas, se avecinaba una masacre.

Pitido inicial; el Yayo comenzó el partido en sintonía a la última derrota, si bien respetó un orden táctico importante, el método del catenaccio contra ciertos rivales y sin la plenitud física-mental necesaria para emplearlo se vuelve un arma de doble filo, la cual, suele cortarse casi siempre por el mismo lado. Tal fue así que promediando los 20 minutos el equipo ya iba por detrás del marcador, el 0 a 3 zanjaba un partido menos polemizado que el de la primera vuelta.  Perro Flaco hacía sentir el rigor de ser un equipo de los que disputa la primera plaza del torneo.
Una jugada accidental (choque frontal entre Andrés Presidente Camera y el 9 goleador de Perro Flaco) marcó no solo la frente de nuestro 8, sino que también el partido, al ocasionarle al jugador rival, un corte, una hemorragia y un pequeño desvío nasal. Este hecho lo cambió todo, no porque Perro Flaco se haya quedado con un jugador menos y sin cambios, sino porque el Yayo olió sangre, percibió el miedo del enemigo, entonces Parrulo comenzó a desmembrar cinturas adversarias con intratables movimientos espasmódicos,  Pedro reorganizaba la defensa y mandaba al equipo a presionar más arriba. La reacción se plasmaba en el juego y de ahí al resultado: un pase en profundidad de Lucas para Román, hizo que el delantero del Yayo defina como nunca; cruzado el balón al segundo palo, llegaba el 1 – 3 para un equipo que volvía a creer en su capacidad.
La inyección de fe quedó plasmada en la jugada ulterior, lo que fue la mejor combinación del Yayo del partido; Pedro abrió a la derecha para Parrulo, el 21 del Yayo recibió como interior derecho, se quitó con una finta propia de Iniesta su marca, toco hacia el medio donde recibió Lucas, el 5,  unos metros adentrado en campo rival,  levantó la cabeza(?) y observó como Alfredo subía por el lateral derecho como un rayo; Lucas se vistió de Xavi por escasos segundos y colocó un pase en profundidad entre la línea de la defensa para Alfredo que escalaba la banda a lo Dani Alves, el 4 del Yayo acomodó el balón y sin detenerse lanzó un centro preciso hacia el corazón del área, delantero que llega es mejor que delantero que está; Richi maneja esta idea como nadie, entró como 9 para darle un pase a la red, Richi hacía de Richi, clase pura, pero a muchos, por momentos, en esa jugada de coordinación, pase y desmarque, el Yayo les hizo acordar al mejor Barça. Con el 2-3 la preocupación de Perro Flaco se convertía en pánico; pandemonium en el campo B1 de Villaviciosa. 
La primera parte sucumbió con un  2 – 3 que pintaba de lleno un verdadero partidazo, goles a montones y alguna que otra controversia, como un gol de Perro Flaco donde el delantero acomodó la pelota con su brazo ante la ceguera del arbitro en cuestión.  La segunda parte sería apoteósica; El Yayo seguía a lo suyo,  currándose el partido, y tanto va el cántaro a la fuente que al final se le hace vicio. En una contra trepidante, Parrulo definía sutilmente a un palo, el 21 del Yayo, jugador desequilibrante por antonomasia, comenzaba a configurar lo que sería una actuación memorable. Se gritó el 3 – 3, pero más se bramó el 4 a 3 de un Román en racha; pelotazo largo desde el fondo, el balón bota alto ante la descoordinación defensiva de Perro Flaco, Román, que nunca pierde de vista(?) el esférico, arrastró a la defensa y ante la mala salida del portero remató a gol, un tanto a lo Christian Vieri. Si, El Yayo daba vuelta el partido con la actitud de los grandes equipos, talante que empequeñecía a uno de los colosos de la liga. 
Pero Perro Flaco  ejercería su condición de favorito y animador del torneo, en dos jugadas donde encontró un Yayo turbado por suponer la victoria,  dio vuelta el partido colocándose en ventaja nuevamente, Con el  4 – 5  el Perro Flaco se quedó, preso de su flaqueza(?)mental, cayó en la vorágine de querer llevar el partido a otro ambiente; perdiendo tiempo y quejándose de cuanto roce o jugada había (unas nenazas), pero quedaban 11 minutos por delante y, se sabe, que 11 minutos contra el Yayo son molto longo. 
El equipo de negro no entró en el juego de las lagrimas, sino que fue infinitamente más sugerente; se concentró y salió al ataque, comenzó a tener ocasiones pero también a dejar huecos en el fondo; arriesgar tiene su coste, ahí se creció la figura de Joaquin, que con 3 paradas memorables privó a Perro Flaco de sentenciar el partido. Marcados a fuego por las leyes del fútbol, El Yayo, explotó al máximo la que habla de que lo que se erra en una portería se sufre en la propia, y Perro Flaco pagaría su torpeza con la mismísima muerte; un Corner pasado, todos dudaron menos Parru, que al mejor estilo Kun Agüero, apareció por el segundo palo para empujar el balón y clavar un 5 a 5 en lo que ya era el mejor partido de lo que va de liga, y aún quedaban 5 minutos. A Perro Flaco se le consumía el oxigeno, se le pasaba el arroz, las piernas pesaban en las prisas agónicas de lo que se escapa.  Y ahí el Yayo, de peor estado físico que cualquier otro equipo, entró en su salsa, relució el pulmotor del corazón y, con dos cojones, Parrulo finalizó a un palo el gol crucial; El Yayo volvía a revertir el resultado, quedaban un par de minutos para sufrir, en los que Joaquín se encargó de aprovecharlos al máximo para asustar a propios y extraños. Los huevos en la garganta del final ya eran historia, el 5-6 sería el resultado definitivo.  El Yayo consumaba la venganza, Parrulo se llevaba el balón a su casa tras firmar un Hat-trick (tenes que traerlo el domingo eh!), Román y Richi se rencontraban con el gol, a Lucas no lo amonestaron y el equipo, en su totalidad, hizo un verdadero partidazo, esta vez, la realidad superaba ampliamente a las expectativas. 

martes, 31 de enero de 2012

Cuando un rival...
..No lleva suplentes
..En 5 minutos de partido, te hace tres goles
..Juega con un portero sin guantes
..Sentencia el resultado con un gol de rebote que viene de un despeje propio.


La crónica no la escribe ni diosssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss


Partidazo eh!(?)






miércoles, 25 de enero de 2012

Preparate Fruitopia, preparate para correr…

.. la bandera, nunca más la vas a verrr, fruitopia va correr, fruitopia va correr!”(?).  así es señores, vuelve el fútbol grande a la pantalla de Localia TV, después de casi dos meses de ociosidad, vuelve el Yayo al verde césped. Y lo hace contra el 9no clasificado, que cuenta en sus haberes con 6 puntos menos y  dos partidos más que el Yayo. El equipo del Cuarteto Obrero se ubica 8vo pero con dos partidos menos que varios y uno menos que casi todos.
El equipo teme más por su rendimiento físico (uno de sus tantos puntos delicados) que por el rendimiento del rival, el Yayo,  que aún no conoce la derrota en el 2012(?), intentará reengancharse a la 5ta plaza del torneo.
a diferencia de los grandes clubes, el Yayo no estiró las vacaciones de sus estrellas, sino que, al no poseer ningún astro, dictaminó el descanso total para su plantilla, “no quiero ver una pelota hasta el año que viene” declaró uno de los jugadores,  el presidente Camera, intervino profesionalmente, “es una medida intrínseca; menos por menos es más…  ya van a ver la flor de 2da vuelta que hacemos, giles”.

la pelota comenzará a rodar el domingo 29 a las 16:45, vuelve el Yayo, vuelve la alegría a los campos de Villaviciosa.