Crónica de: Pablo "donde va triunfa" Sanmiguel.
Nueva jornada de liguilla de ascenso para el Yayo, que se presenta con récord de bajas pudiendo asistir sólo 3 de la plantilla oficial: Maside, Pablo y Miguel Ángel. Completando la nómina Hermano de Palacios y colega y dos amigos de Maside.
El Yayo se enfrentaba al que en teoría es el rival más inaccesible de todos: el Aston Birra. El partido sucedió parecido al de la victoria de la vuelta, con el Yayo encajando 2 goles tempraneros pero jugando bien y sacando el balón jugado, lo que le permitió al amigo de Palacios recortar diferencias en una jugada por la derecha que decide definir por el palo del portero, evadiendo la posibilidad de un pase atrás a Miguel Ángel, que lo hubiese dejado con el portero batido.
Así se llega al descanso, con un Pablo con tarjeta amarilla por una falta táctica para impedir las peligrosas contras del Aston Birra y limitado así para futuras faltas que parecía nadie cometer.
La segunda parte comenzó con un disparo raso de fuera del área que se le escapa a Maside, seguramente por la rapidez que cogió el esférico, ya que el campo estaba muy mojado y se hacía difícil atajar en primera instancia. El balón entra estableciendo el 3 a 1. Aún así destacar que Maside, a pesar de poder haber hecho algo más en dos de los tantos, salvó un mano a mano y un tiro ajustado al palo izquierdo, con una buena mano, despejando el balón a corner. El portero del Yayo nos ofreció una tarde con dos de cal y dos de arena.
El Yayo continuaba a lo suyo, siendo conscientes de que la superioridad en el electrónico no lo era tal sobre el campo. Tras una jugada de varios rechaces Miguel Ángel recoge el balón dentro del área y la introduce rasa en el marco rival, con el portero ya en el suelo y varios defensas en línea de gol.
El equipo franjirrojo ve cerca la gesta a pesar del cansancio acumulado, ya que recordemos que no dispone de cambios y el rival jugaba con 4 o 5 cambios.
Apela a la valentía y al pundonor, un equipo que herido en su orgullo tras los últimos resultados cosechados, quería dar una imagen diferente. La línea de tres defensiva, va rotando de central a lateral e incluso a medio centro y viceversa para intentar conservar una frescura que ya comenzaba a brillar por su ausencia.
El equipo de todos se fue arriba y ahí es donde sendos manos a manos, con las líneas ya muy adelantadas y volcadas en el ataque, permitieron al Aston Birra hacer alarde de su favoritismo y sentenciar con el definitivo 5 a 2, que a pesar de lo abultado, deja un buen sabor de boca en cuanto a juego y actitud.
Como contrapartida, señalar que el Yayo sigue necesitando a un Miguel Ángel en plena forma, que no conduzca tanto en determinadas fases y que haga circular más el balón. En un tarde de lluvia intensa en la que el veterano 10, no respondió con el oficio al que nos tiene habituados, perdiendo el balón en situaciones peligrosas, y que a tal efecto sepa parar el juego con algún que otro oportuno agarrón.
También es importante disponer de un delantero que defina arriba todas esas ocasiones que el Yayo deja escapar habitualmente.
Se le pide pues al Yayo, que mejore sobre todo en faltas tácticas aunque es de menester decir que a balón parado y en córners sobre todo, comienza a ver la luz o al menos generar peligro en el juego ensayado.
Se le aleja pues el ascenso al Yayo, al que le quedan sin duda alguna que otra bala en la recámara para intentarlo. No se le puede pedir más, aun equipo que juega sin el compromiso de muchos de sus jugadores, acusados desde la grada de mercenarios y borrachos.
El mero hecho de estar ahí, competir y dar guerra, se antoja suficiente en estos momentos tan importantes de la temporada, y sobre todo, teniendo en cuenta el estado de orfandad al que se ve abocado por muchos de sus integrantes.