lunes, 4 de febrero de 2013

Se puso serio el Yayo

Hijos de puta! le ganamos al 1ro!


El Yayo regresó a Villaviciosa con los ojos puestos en el Aston Birra, líder invicto del torneo. En la retina de muchos aún vivía el partido de la primera vuelta, aquella tarde el albi-rojo caía derrotado por 5 goles a 3, pero pudo demostrarse a si mismo que aunque haya estado con 8 jugadores y padeciendo bajas sensibles, podía dar la cara contra el mejor del campeonato.  Había que jugar entonces el cotejo de vuelta, encuentro encomendado como una empresa más enrevesada que de costumbre, al menos en los papeles -entre lesiones, abducciones y/u obligaciones de los hombres del Yayo, el equipo contaba con sólo 6 jugadores de plantilla, por lo que se vio obligado a fichar 2 outsiders- la misión más compleja era tal vez sustituir a Maside; el portero titular (y único apto para ejercer dicha posición) se encuentra en el dique seco por, al menos, 10 días después de lesionarse la última jornada contra El Parque, tarde en la que había sido la figura.

Le tocaba al Yayo volverse serio en Villaviciosa para tener al menos alguna posibilidad sobre todo contra un rival que ignoraba la derrota. La bravura y esos gramos de inconsciencia imprescindibles para erigirse debajo de los tres postes empujaron a Lucas a ser el osado guardameta yayense. El resto del equipo lo combinaba Esteban, Pablo, Samuel (fichaje), Miguel Ángel, Andrés, Nicolas (fichaje) y Jose Palacios (que llegaba con el partido comenzado). Juramentados en no cagarla los primeros momentos del encuentro, el Yayo tardó poco más de 5 minutos en encajar el primer gol; situación extraña ya que el jugador rival se hace con un rechace y pasa entre dos hombres del Yayo al trote quedando mano a mano en el punto penal con Lucas, que dudó entre salir a tapar o a romperle la pierna, acción que le hizo perder algo de tiempo, lo suficiente para ver como el balón entraba mansamente junto al palo. Perdía el Yayo demasiado pronto, aunque había demostrado cierto criterio ofensivo estaba atrincherado desmesuradamente próximo a su portero. Fue por eso que Lucas pidió a sus defensas que jueguen 10 metros más adelante, esto ayudó al equipo a compactarse y birlar así varias contras peligrosas del rival. 

Comenzaba a cuajar el juego, se le ponían los dientes largos al Yayo y las ocasiones de gol no tardaron en llegar. Avisaba una y otra vez el albi-rojo pero no concretaba delante a de la portería. Comenzaba a preocupar el déficit de sus jugadores para capitalizar las claras situaciones ofensivas, hasta que llegó el ansiado empate por medio de Nicolas. Amigo de Andrés de basta calidad, aunque jugaba con la camiseta de River a muchos les recordó a Carlos "Apache" Tevez por su velocidad y manera de utilizar el cuerpo. Si la pasada semana el Pirata Cordobés fue una de las figuras, Nicolas demostraba su gran calidad cada vez que encaraba la portería del Aston, al Yayo el mercado de invierno le supuso una inyección futbolística importante, el brío necesario para encarar la segunda vuelta y poder jugarle de tu a tu al líder del campeonato. 

Las tablas en el marcador abrieron la puerta a un partido espectacular, de ida y vuelta, donde la defensa del Yayo se desvivía por tapar las trepidantes contras del Aston Birra. Se crecieron ayer Esteban, Andrés y Pablo, que con Samuel alternaron en defensa firmando un gran partido. El revés de la trampa al vertiginoso ritmo de juego del Aston Birra era el parsimonioso compás del albi-rojo, desbocado cuando el balón llegaba a los pies de Nicolas, ya la figura del partido.  Así, en una sosegada jugada por derecha el balón recaía en los pies de Miguel Ángel en posición de remate; jugador que llega es mejor que jugador que está, el 10 del equipo hundía el esférico en el fondo de las mallas y adelantaba al Yayo. Momento grande para un equipo humildón, sencillote, colega de las mil y un cagadas, el Yayo le daba la vuelta al marcador, nada más y nada menos, que contra el Aston Birra. 

El animador del torneo mostró sus cartas y se vino arriba los últimos minutos de la primera parte. Contó con un par de ocasiones, una de ellas un gran cierre de Andrés "Presidente" Cámera; su barrida tapó justo el remate a boca jarro del habilidoso delantero del Aston, el resto de los defensas hicieron un gran partido, sin complicaciones, rechazaron una y otra vez los envites del rival; cuando no llegaba Andrés, Pablo impugnaba el lance, si este no lograba consumar el corte, Esteban cerraba y así, las ayudas defensivas fueron fundamentales para el Yayo. Tuvo el empate el Aston en una falta al borde del área, el obús fue despejado entre Lucas y el larguero.  

Si bien es cierto que el equipo de todos precisó de varias ocasiones para poder adelantarse en el marcador, la sensación era más que satisfactoria, el Yayo terminaba la primera parte por encima del Aston Birra logrando un gran nivel en todas sus líneas, quedaba mucho partido pero algo raro -y bueno- pasaba, el equipo no la estaba cagando como de costumbre. 

La segunda parte comenzaba con el Aston Birra presionando bien arriba, el Yayo reticente con la regularidad,  demostraba las primeras grietas en todas sus líneas pero sobre todo, en su concentración.  La clave era no dejar armar el tiro desde fuera a un rival que gran parte de su potencial radica en esos fortísimos remates. Idea que pregonaba a grito pelado Lucas desde la portería, todo fue en vano, ya que el 22 rival tomó el balón en mitad del campo, recorrió 10 metros hacia delante sin ningún tipo de presión para terminar forjando un tiro seco, abyecto y demasiado complejo para un portero como Lucas, el cual detuvo con un rebote largo que capturó rápidamente el delantero del Aston ante la atenta mirada de la defensa yayense, se consumaba el empate para el líder del campeonato.  "Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo"  difundía Groucho Marx, la frase viste perfectamente la sensación que tienen los jugadores del Yayo en esos momentos que después de currarse un gran partido ven como en escasos minutos pueden tirarlo todo por la borda; luego del empate la paso canutas el albi-rojo, desconcertado y fuera de si, recreándose en su propia idiotez. Así y todo aguantó las acometidas del Aston Birra. Volvió al partido el Yayo con un par de jugadas, demostraba dificultades el rival para defender a Nicolas, acumulaban gente para frenar al delantero yayense pero ninguno terminaba de encontrarle la vuelta. 

La presión adelantada del Aston Birra menguó la tímida capacidad del Yayo para salir jugando desde el fondo, así fue que Lucas comenzó a intentar pases en largo, buscando las espaldas de los defensas astonbirrenses, dorsos los cuales Nicolas les tenía tomada la medida. Avisaba el Yayo; tuvo el 3x2 y eso hizo que el equipo se tranquilice, el Aston Birra seguía a lo suyo, no aflojaba y contó con 3 ocasiones seguidas para ponerse en ventaja; de las tres situaciones de gol, dos mano a mano que ganaría Lucas, uno de ellos malogrando al rechoncho 9 del Aston, la tercera fue un remate a la base del poste; La suerte acompañó al Yayo esta vez.

La zaga defensiva del albi-rojo se desdoblaba para intentar frenar a un líder lanzado por la victoria; Andrés de gran primer tiempo comenzó a sentir en su cuerpo eso de tener un estado malo no, lo siguiente. Aguantó de todas maneras el 8 del Yayo, eso no lo despojó de dejar algunos balones bien cortos, los cuales eran asistencias a los veloces astonbirrenses. El partido agonizaba y el portero del Yayo marcaba la jugada a Nicolas: "anda Nico, anda!"; entendía de manera grotesca que un pelotazo certero sería la única manera que tenía el Yayo de generar alguna situación de gol en el final, porque el desgaste físico de sus jugadores podía atentar contra ellos mismos cualquier idea de jugar el balón. El balonazo desde la portería del Yayo tomó altura, formando una parábola exacta que comenzó a caer de manera liviana detrás de la defensa del Aston Birra, Nicolas ya se había desecho del defensa con un giro endiablado, dejó botar el balón una sola vez y luego buscó el segundo palo dándole un pase a la red.  Explosión en Villaviciosa, caía el líder a falta de un par de minutos. Todos festejaban, aunque siempre queda una puertita abierta para quedarse sin nada, son esas situaciones a las que el Yayo es abonado, eso de terminar con los huevos en la garganta. Última jugada, desborda el gran media punta del Aston Birra, de pronto quedaba mano a mano con Lucas que sale desesperadamente a cortar, el dorsal 0 lanzó el efectivo centro de la muerte, lo recibía el 9 del Aston con la portería vacía, los defensas del Yayo corrían en vano a cerrar y por esas cosas de un caprichoso destino el 9 se hizo un nudo con el balón entre sus pies perdiéndose el 3 a 3, enseguida llegó el cruce providencial de Pablo, que despejó el balón negandole al rival una segunda oportunidad, detrás apareció Lucas, que empujo a Pablo encima del delantero del Aston, por las dudas. 

Final del partido, el Yayo, al igual que el pasado año,  volvía a merendarse al líder del torneo y único invicto (registraba 9 victorias consecutivas), fue un 3 a 2 para la historia en la que todos sus hombres jugaron muy por encima de sus posibilidades. Ahora el equipo de todos está cómodo en la tercera plaza a sólo tres puntos del segundo, el cual será su próximo rival. Posiblemente el Yayo intente aplazar la próxima jornada ya que la mayoría de sus hombres, como hacía el gran Luís Nazário de Lima, se van a disfrutar de los carnavales, preocupa el estado en el cual puedan volver de dichas fiestas aunque tranquiliza saber que peor que ahora no pueden terminar.

De camino al coche, y evaluando el partido realizado por el equipo de todos Pablo resumió el cotejo en una frase "Jugamos muy bien, yo de puta madre" Tiembla la UEFA, volvió el Yayo. 

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